líneas de investigación
El tiempo del agua aparentemente ilimitada tiende a su fin. Los cambios en los regímenes de lluvias, las elevadas temperaturas y la irrupción del agua en cantidades difíciles de gestionar, obligan a repensar nuestros sistemas de captación, distribución y consumo. El subsuelo de nuestras ciudades contiene recursos que nos pueden ayudar a luchar contra el sobrecalentamiento. La lluvia, el nivel de permeabilidad de nuestros suelos y nuevos sistemas de retención pueden colaborar en paliar los efectos del agua desproporcionada.
Este encuentro sobre el agua pretende poner en común sistemas tradicionales e innovadores que, con una perspectiva global, puedan colaborar en la adaptación de nuestras ciudades a una nueva situación climática. Sin grandes inversiones, reciclando aquello que ya existe y fragmentando las soluciones en proyectos asumibles por todos. Permitiendo que, desde la escala más pequeña, seamos capaces de utilizar el agua de forma óptima y siempre a nuestro favor.
La ciudad adaptable: entre inundaciones y sequías
Esto obliga, por un lado, a generar nuevos sistemas de evacuación que liberen de concentraciones de agua a los espacios construidos. Por otro lado, el agua se convierte en un recurso ansiado durante meses que, a su llegada, no tenemos posibilidad de retener.
Existe la posibilidad de considerar las inundaciones una oportunidad. La de solucionar ambos problemas con una sola estrategia, la evacuación unida a la retención. Sistemas capaces de eliminar el problema de la inundación con gran capacidad de evacuación, y capacidad de almacenamiento fragmentado que cree sistemas de suministro de agua de emergencia en tiempos de sequía cerca de los puntos de consumo.
Suministro de agua y refrigeración natural
Patrimonio del agua
A lo largo de la historia, los cursos de agua han sido motores de la economía, lugar de concentración de industrias. En torno al agua y su captación, conducción y distribución se han desarrollado arquitecturas de muy diversa índole. Desde los drenajes de los etruscos en los Valles de tierra cultivable, hasta los qanats que llevaban el agua al desierto. La ingeniería del agua ha permitido el florecimiento de las civilizaciones urbanas, como la romana o la islámica.
El estudio del patrimonio en el que el agua se mueve gracias al ingenio y la fuerza de la gravedad, puede ayudarnos a crear sistemas sostenibles en el tiempo y liberados de la dependencia de sistemas energéticos.